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¿Quién dijo que una alimentación saludable tiene que ser una tortura?

Actualizado: 30 ene. 2020


Sabemos que los alimentos son el combustible para nuestro cuerpo y nos proporcionan la energía necesaria para llevar a cabo las múltiples actividades de nuestro día a día, pero ¿cómo saber si estamos consumiendo lo que realmente necesitamos?


Los medios de comunicación y las redes sociales se han encargado de mostrarnos que los carbohidratos o “harinas” como comúnmente se conocen, son el peor enemigo de la dieta si queremos llevar una vida saludable. Sin embargo, se ha evidenciado científicamente que estos nutrientes son indispensables para realizar nuestras actividades diarias, mejorar la concentración y aumentar la productividad laboral. En donde realmente debemos centrar nuestra atención es en el tipo de carbohidratos que vamos a consumir para suplir nuestras necesidades de energía.


Existen dos tipos de carbohidratos, los simples y los complejos. Dentro de los simples están principalmente los productos con altas cantidades de azúcares refinados como los postres, helados, golosinas, azúcar de mesa, panela, miel, entre otros, que tienen como función proporcionar al cuerpo energía de manera rápida, ya que se descomponen inmediatamente en el organismo. Pero ¡Ojo! Un alto consumo de este tipo de alimentos genera consecuencias a corto, mediano y largo plazo, como sobrepeso, caries dental y diabetes. La mejor recomendación es que obtengas este tipo de carbohidratos de las frutas o de verduras como la zanahoria y la remolacha, que también los contienen pero te aportan vitaminas y minerales indispensables para las funciones de tu organismo.


Por otro lado, los carbohidratos complejos, también nos proporcionan energía pero de manera más prolongada, evitando de esta manera la ansiedad frecuente de consumir otros alimentos. Además, son el principal combustible para el cerebro, si queremos estar activos permanentemente en nuestro trabajo y el resto de actividades del día. Dentro de este grupo se encuentran los cereales (avena, arroz, maíz, trigo) y sus derivados (pan, galletas, tostadas, arepa), y alimentos como la papa, yuca, plátano, entre otros. Hay que tener en cuenta que este grupo de alimentos mencionado es indispensable en la dieta diaria de cualquier persona, pero la cantidad que se requiere consumir depende del nivel de actividad física que realicemos, las enfermedades que tengamos y los objetivos que nos hemos propuesto con nuestro cuerpo. Sin embargo, un consumo excesivo de estos alimentos, también tiene consecuencias como el exceso de peso, obesidad, diabetes, mayor riesgo de infarto, entre otras.


En ese sentido, la recomendación es no eliminar los carbohidratos de la alimentación diaria, pero sí, hacer una mejor elección de ellos y tener un consumo controlado de los mismos.

En el próximo blog, hablaremos del índice glucémico de los alimentos, que nos dará herramientas a la hora de elegir los alimentos fuentes de carbohidratos que son más adecuados para nuestras necesidades específicas, dependiendo del estilo de vida que tengamos.


Por ahora ten en cuenta que ¡La clave está en el equilibrio! Aprende a elegir tus alimentos y no te tortures con las dietas. Consume platos deliciosos y equilibrados, aquí tienes una excelente opción:



Alejandra Reyes - Nutricionista Foody

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