La alimentación es uno de los procesos que interviene en el desarrollo tanto físico como mental del ser humano, actuando directamente en su estado de salud integral. La conducta alimentaria no se reduce sólo a la ingesta de alimentos; comemos no sólo para mantener nuestro organismo, sino que también lo hacemos para proporcionarnos placer, mejorar la convivencia y controlar algunas enfermedades. Además, la alimentación trasciende de manera compleja a otros aspectos de la vida siendo influenciada por diferentes factores sociales, culturales, geográficos, religiosos y afectivos, entre otros. 🥗
Los beneficios nutricionales de la alimentación radican en su composición; podríamos tener un alimento rico al paladar y a la vista, pero esto no garantiza su función principal: nutrirnos. Se podría decir que, para que la alimentación sea agradable, placentera y a su vez sana, debe ser variada y equilibrada. La educación nutricional es importante ya que permitirá que por medio de una alimentación adecuada se puedan cubrir los requerimientos nutricionales, tanto en individuos sanos como aquellos con alguna patología, pudiendo adquirir todos los beneficios de los alimentos y manteniendo nuestro cuerpo en bienestar.
Debido a esto, es necesario hablar de los términos “nutrición” y “nutrientes”. Por un lado, la nutrición es un conjunto de procesos donde nuestro organismo recibe, transforma e incorpora los nutrientes que forman parte de los alimentos ingeridos. Estos nutrientes, a su vez, están divididos en macronutrientes y micronutrientes: El primer grupo está compuesto por proteínas, grasas y carbohidratos, mientras que el segundo está constituido por vitaminas y minerales. Los micronutrientes, en su mayoría, no existen en la naturaleza de forma individual sino que se encuentran en distintos alimentos y en cantidades determinadas, ya que cada uno en su composición cuenta con una cantidad específica la cual a la hora de calcular el aporte nutricional para desarrollar un plan de alimentación se toma en cuenta por la cantidad del alimento. Entonces, estos nutrientes se deben obtener de la combinación de estos distintos alimentos, tomando en cuenta que su proporción se encuentra en diferentes cantidades dentro de los diferentes grupos alimentarios.
Con respecto a los macronutrientes, podemos destacar que:
Las proteínas son indispensables para el organismo, tanto por sus propiedades energéticas como por su función estructural, ya que ayudan al desarrollo, mantenimiento y fortalecimiento de músculos y tejidos.
Las grasas, o lípidos, benefician al cuerpo ya que son la reserva de energía para nuestro organismo, protegen a los órganos como el corazón y actúan en la absorción de diferentes vitaminas.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía siendo el combustible directo de nuestro cerebro.
Una alimentación saludable está conformada no sólo por los macronutrientes, también es primordial el consumo de los micronutrientes. Las vitaminas y minerales son necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo ya que ayudan en la reparación de tejidos, al crecimiento y a la defensa ante enfermedades. Recuerda que los micronutrientes los encuentras en frutas y verduras, por lo que su consumo debe ser incluido en una alimentación variada.
Ahora que tienes un conocimiento general de todos estos nutrientes y de cómo actúan y benefician nuestro organismo, puedes empezar a alimentarte de manera correcta, tomando en cuenta tus requerimientos, gusto y preferencias al momento de elegir alimentos acordes a tu ritmo de vida. ¡Lo mejor de todo es que puedes encontrar los nutrientes adecuados en nuestro menú de almuerzos listos para calentar, comer y disfrutar! Conócelo aquí: https://bit.ly/3qLUHIF
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